Transcribo para ustedes la presentación que realiza la CEPAL de un nuevo texto “La protección social de cara al futuro: Acceso, financiamiento y solidaridad”.
Este documento plantea la importancia de crear en América Latina, una institucionalidad social que dé continuidad en el tiempo a las iniciativas de protección social; que permita una coordinación e integración de los sectores involucrados, y fomente la transparencia en el accionar del Estado. A ver qué les parece:
“Cuatro de cada diez personas en América Latina y el Caribe viven en situación de pobreza, señala la CEPAL en su documento “La protección social de cara al futuro: Acceso, financiamiento y solidaridad”.
Sin embargo, vivir en la pobreza no es sólo carecer de los ingresos necesarios para cubrir necesidades básicas; ser pobre es también padecer la exclusión social, que impide una participación plena en la sociedad. La CEPAL plantea la necesidad de contar con programas sociales que permitan paliar las manifestaciones inmediatas de la pobreza, a la vez que intervenir en sus factores más estructurales, mediante la promoción de la formación de capital humano, mitigando la reproducción intergeneracional de la pobreza.
En este contexto, el documento examina las iniciativas más recientes en materia de programas sociales en la región, con énfasis en dos modalidades de intervención de amplia cobertura en los últimos años: los programas de emergencia vinculados al empleo, orientados a aliviar los efectos devastadores de las crisis económicas o desastres naturales, y los programas de transferencias condicionadas, los cuales combinan el alivio de la pobreza en el corto plazo (mediante transferencias) con objetivos de largo plazo a través del desarrollo simultáneo de distintos componentes del capital humano de las personas (educación, salud, alimentación).
En relación con los programas de empleo, la CEPAL anota como un desafío constante el conseguir dotar a los beneficiarios de nuevas capacidades productivas, para no quedar reducidos a un papel asistencial. Se recomienda fortalecer la capacitación, adquisición de habilidades y hábitos de trabajo, junto a una mayor articulación con las políticas productivas.
El balance de los programas de transferencias condicionadas es en general positivo, dado el extenso nivel de cobertura alcanzada en algunos países y sus efectos en términos de mayor escolaridad y número de visitas preventivas a centros de salud, por lo que la CEPAL recomienda la ampliación de estas experiencias. No obstante, el documento también plantea una serie de desafíos que debieran superarse, tales como un rol más activo, por parte del Estado, en la incorporación de los beneficiarios, la necesidad de una oferta de servicios básicos adecuada y de calidad que acompañe la mayor demanda de educación o salud resultante, la incorporación de normas explícitas de egreso, y el fomento de políticas productivas, como complemento a la formación de capital humano.
El documento de la CEPAL destaca la importancia de crear una institucionalidad social que dé continuidad en el tiempo a las iniciativas (evitando su reemplazo constante y permitiendo su consolidación), permita una coordinación e integración de los sectores involucrados (logrando sinergias positivas y evitando la superposición de iniciativas), y fomente la transparencia en el accionar del Estado (por ejemplo, evaluando la efectividad de las intervenciones)"