8.28.2006

(¿Nueva?) Ficha de Caracterización Social

En primer lugar, debo reconocer mi extrañeza con el anuncio refundacional del gobierno, de hace un par de semanas, en torno a la ¿nueva? Ficha de Caracterización Socioeconómica, denominada “Ficha de Protección Social”.

Lo que llamó más poderosamente mi atención, fue que a mi juicio, con ello se desconoció el trabajo efectuado durante los últimos tres años del gobierno del Presidente Lagos por un muy competente equipo profesional en pro de la elaboración y promoción de la “Ficha Familia”, que sería la reemplazante paulatina de la Ficha CAS.

Hoy, muy erradamente a mi entender, la nomenclatura MIDEPLAN (incluida por ejemplo en su sitio web oficial) iguala ambos instrumentos: Ficha CAS/Ficha Familia vs/ Ficha de Protección Social.

Creo que aquello es una imprecisión metodológica y política que no corresponde, aún cuando este nuevo instrumento sea diferente a los dos anteriores.

Más allá de esta controversia, creo importante destacar cuatro elementos derivados de la “Ficha de Protección Social” propuesta por el actual gobierno:

1. La prioridad que en la agenda gubernamental logró el proceso de transformación de este instrumento de focalización de la acción gubernamental en políticas sociales. Esto se debe a mi juicio, al respaldo político que logró la iniciativa, de parte de la Presidenta de la República y de la Ministra de Mideplan. Por otro lado, esto también se verá reflejado –según lo planteado por la propia ministra Hardy, en el compromiso presupuestario 2007, lo que es básico para la implementación efectiva de cualquier política pública.

2. La importante cobertura en los medios que alcanzó la iniciativa, especialmente el día de su lanzamiento, lo que posiciona de manera importante el tema en la agenda ciudadana, en especial, entre aquellas familias más directamente involucradas con el proceso de encuestaje por medio de este instrumento.

3. La incorporación plena del concepto de “protección social” en torno a la acción gubernamental. Éste, aún cuando no es nuevo, pues la mencionada “Ficha Familia” ya lo recogía, es explicitado con fuerza en la nueva denominación. Con esta medida, de manera implícita, se retorna a una concepción mucho más amplio de política social, que estuvo abandonado en Chile por casi 30 años. El Estado tiene una responsabilidad en relación a los derechos sociales. Ya no está cada ciudadano/a sólo frente a las vicisitudes de la vida. Tiene un respaldo, y éste está constituido por el estado que tiene el deber de garantizarle derechos y brindarle protección (Tal como en el caso del Plan AUGE)

4. La Ficha de Protección Social se inspira en la noción de necesidades y capacidades, lo que implica la adopción de un concepto de Pobreza mucho más integral. Creo que es posible ver implícitamente en ello los aportes de Amartya Sen, con su enfoque de “Privación de Capacidades”, lo que implica la superación del restingido concepto de renta que “ató” por mucho tiempo la acción pública en torno a la pobreza.

8.26.2006

Los claveles están marchitos



Los claveles están marchitos. La bandita silente.
Magallanes, glorioso en el pasado, abandona por segunda vez el fútbol profesional. La tercera división le espera.

En verdad lo lamento por todos los hinchas carabeleros que son -a que negarlo- cada vez menos. Lo siento especialmente por mis tíos Hugo y Leo, que vivieron su infancia en la década del 40 y del 50, al fragor de los exitos recientes de la "Academia".

Dentro de la amargura, me quedo sin embargo con una evidencia. Las S.A. en el fútbol no son la panacea. Ya hacía varios años que Magallanes se había privatizado, y como pueden ver los resultados no están asegurados.

En el fútbol, así como en la vida, las cuentas claras y la disponibilidad de recursos son condiciones necesarias, pero no suficientes para el éxito. A mi juicio, nada puede reemplazar a la mística y a los sueños.

8.25.2006

¿Y a quién le reclamo ahora?



Una vez, cuando niño, me saqué un 5,0 en Ciencias Sociales. Mi error garrafal, decir que en el sistema solar habían sólo 8 planetas. Hoy, 20 años después, cuando la ciencia terminó dándome la razón, ¿a quién le reclamo para que me suban la nota?

¡No hay derecho la verdad!